Innovar en el mundo del video web puede ser una experiencia estimulante y la propia web lo hace asequible y viable para comprobar sus resultados. Para los realizadores aún es un territorio indefinido y a desarrollar, en el que  testar nuevas ideas y técnicas en cuanto a producción, distribución y compromiso con la audiencia.

Mientras no haya una fórmula exacta, hay algunos principios que merece la pena explorar:

1. Rompe  las normas

Todo el mundo ha escuchado la “regla de oro” del video web: hazlo breve. Hay cantidad de artículos y estadísticas que ilustran como las audiencias prefieren los contenidos cortos para a web. Para ser claros, corto quiere decir aproximadamente cinco minutos o menos, pero hay evidencias de que esto está cambiando.

No obstante, es mejor comenzar con algo corto. Seduce y provoca a tus espectadores. Dales la oportunidad de conocerte y conocer tu estilo, y entonces pídeles que vean tus trabajos más largos en la web, acostumbrándoles a contenidos más largos. El truco es pensar en tu audiencia y dónde puedes captarla cuando realizas un video.

Otro truco es probarlo todo y ver qué funciona.

2.- Entiende qué necesitas

Una de las cosas más apasionantes de la web es que no hay “porteros”. A diferencia de los festivales o la distribución para televisión y cines, realizadores de cualquier nivel pueden colgar sus videos en la web. Monta tu proceso de producción de forma que puedas crear contenidos de forma eficiente y económica en tu tiempo libre, al mismo tiempo que te mantienes fiel a tu estilo.

No necesitas una cámara de 100.000€ o un enorme equipo de producción – en realidad, estarás mejor siendo autosuficiente o como mucho con otra persona-. Un equipo básico que conste de un Mac (con el Final Cut –software de edición de video-) y una cámara de alta definición (entre 500 y 1.000 euros) será más que adecuado.

Desde la cámara del nuevo iPhone 4 (HD de 720p) y el software que trae (iMOvie) hasta las DSLR con su indiscutible claridad y exuberante calidad de imagen, las opciones posibles para video HD son muy amplias. Es verdad que hay que tener cuidado con la iluminación (que puede solventarse con un equipo básico y algunas lámparas ajustables), así como tener un trípode resistente que pueda grabar secuencias brillantes, todo con un presupuesto ajustado.

La única pega con las cámaras HD de bajo  presupuesto es que no permiten grabar audio de buena calidad, así como no ofrecer entradas XLR, limitando la selección de micrófonos. Una calidad de sonido pobre no solo distrae, sino que es un rasgo claro de video amateur en la web. Una opción posible es limitarse a colgar videos en los que el sonido no tenga que estar sincronizado, aunque tienes la opción de invertir en un sistema de grabación de audio por separado para conectar micros de calidad a tu cámara HD de bajo presupuesto.

3.- Mala subida = malos videos

Optimiza la calidad de  exportación de tus videos a la web. Las características de exportación –códecs, tamaño de frames y ratio de datos- deben ser ajustados según la web donde exportes tus contenidos.

Las opciones de salida más habituales son el formato H264.mov a un tamaño de 640×360,  pero es conveniente leer lo que cada sitio recomienda, incluyendo los límites de tamaño de los archivos. Es conveniente que hagas algunas pruebas de calidad a la hora de subir los videos.

Lo que puede ser una pérdida de calidad en un sitio, en otro puede parecer fantástico. No olvides que los programas anticuados o gratuitos no ofrecen ciertos códecs o suficientes opciones de personalización. Es mejor invertir en programas como Final Cut Pro o Adobe Premiere, que ya vienen con software especial para cambiar formatos y pueden actualizarse fácilmente.