El neuromarketing es la aplicación de las técnicas de la neurociencia en la investigación de marketing.

Mediante técnicas de medición de la actividad cerebral, este método averigua los niveles de atención que prestan las personas sujetas a este análisis, a un anuncio segundo por segundo y plano por plano. Así podemos tomar decisiones como añadir o quitar planos, secuencias, etc. También se puede medir el estado emocional y la atención que presta el sujeto cuando el producto aparece en la pantalla.

Según lo define Kevin Randall, el neuromarketing es “la práctica de usar la tecnología para medir la actividad cerebral en los consumidores para utilizar esa información en el desarrollo de productos y comunicaciones”

Hasta el momento, los estudios realizados han obtenido buenos resultados. Cuando se trata de un tema sensible, la investigación de marketing tradicional puede provocar falsas respuestas. Sin embargo, el neuromarketing, al ser capaz de obtener respuestas neurofisiológicas, es casi el único método que conseguirá respuestas fiables.

Además, las técnicas de la neurociencia nos permiten obtener información sobre procesos de la mente de los que no somos conscientes. Alrededor del 85% de nuestras decisiones las tomamos de manera subconsciente.

La siguiente lista presenta algunas de las técnicas que utiliza el neuromarketing:

• Encefalografía
• Resonancia Mágnetica Funcional
• Magnetoencefalografía
• Tomografía de Emisión de Positrones

Otros métodos:

• Seguimiento ocular
• Respuesta galvánica de la piel
• Electromiografía
• Ritmo cardíaco

Retos del neuromarketing

El neuromarketing es una materia aún muy joven, por lo que tiene que enfrentarse a muchos retos para llegar a prosperar. Sus principales problemas son: un coste muy elevado, desconfianza de la gente, argumentos éticos, desacuerdo entre los investigadores, falta de patrones…